Nació en Alba de Tormes (Salamanca) “Yo nací a un paso del cuerpo de Santa Teresa –dirá años más tarde el P. Valentín–, y por eso le pido me conceda algo de la gran santidad que ella tuvo”. En 1854 ingresa en el seminario conciliar de Salamanca. En el año siguiente los jesuitas se hacen cargo del seminario de la ciudad del Tormes. Valentín ingresó en la Compañía el 23 de julio de 1859.
En 1867 fue destinado a la ciudad cubana de Sancti Spiritus, donde ha de ejercer como “Maestro”. Fue testigo de distintas insurrecciones y de la inevitable aparición de las enfermedades epidémicas. Finalizado su tiempo de magisterio en 1870, continúo sus estudios fuera de Cuba. En 1884, nuevamente en Cuba y siendo ya sacerdote, consagró su vida apostólica atendiendo a los pobres, promoviendo las escuelas dominicales, sobre todo el paupérrimo barrio “Cayi Hueso” de la Habana.
La cristianización de Cuba necesitaba medios concretos: catequesis para los niños, escuelas para las niñas. El P. Valentín era director del Apostolado de la oración. En una de las reuniones habituales de esa congregación manifestó su plan de evangelización que fue acogido por cinco de sus miembros, dispuestas a anunciar el evangelio de 1891.
Nacía el Instituto de Religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús. El P. Valentín murió el 28 de septiembre de 1913.
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