Nació en Caleruega (Burgos) hacía el año 1173/5. Su formación se debe, ante todo, al hogar cristiano en el que nació, y también a su tío, el arcipreste de Gumiel de Izán, que le inició en las verdades de la fe y en los primero elementos del saber.
Hacia los 15 años lo encontramos en el Estudio General de Palencia, donde cursa los estudios superiores y teológicos. Allí destaca por su amor a los necesitados. Ya presbítero, hacia el 1196/7 forma parte del cabildo catedralicio de Burgo de Osma.
De la oración y del estudio surge la vocación apostólica que le impulsa a recorrer parte de la Europa del siglo XII, y a consolidar aquella idea de cristiandad, síntesis de toda la gloria de la Edad Media.
En el sur de Francia entró en contacto con la herejía cátara y albigense. Para hacerlas frente, este campeón de la fe católica concibe la idea genial de fundar la Orden de Predicadores –y la rama femenina de Dominicas, que orasen por el apostolado de los frailes–, con vocación de evangelizar la cultura (las Universidades) y con una estructura auténticamente democrática, totalmente libres para la misión. Agotado por el trabajo apostólico, murió el 6 de agosto de 1221. Fue canonizado por Gregorio IX el 3 de julio de 1234.
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